He escuchado mucho en la actualidad acerca de diversas corrientes que promueven la meditación; dan cursos, técnicas e imparten enseñanzas de a cuerdo a las necesidades de cada persona. Pienso que en realidad, más que ayudar a la gente, estas corrientes han visto un nuevo mercado y han decidido explotarlo. Al mismo tiempo que han pisoteado el objetivo y el concepto de meditar.
El objetivo de meditar es la unión de la conciencia individualizada en los seres humanos con la Conciencia Cósmica creadora; es la liberación del alma humana en el el Espíritu.
El Objetivo de Meditar Hoy en Día
Últimamente la meditación forma parte del vocabulario de las personas; es común escuchar consejos que animen a la meditación. La sociedad hoy en día ve la práctica de la meditación como un escape de las actividades diarias.
Se suele ver que organizaciones que promueven la meditación hablan de beneficios tales como; la disminución del estrés, la concentración, la claridad mental, el control de las emociones, cambiar hábitos y la capacidad de vivir el momento presente.
Aunque estos son beneficios que la ciencia ha comprobado, no se habla del beneficio y el objetivo último que tiene la meditación; la unión con Dios, Espíritu, o Inteligencia Creadora.
El Objetivo de Meditar en el Pasado
La meditación, durante milenios ha sido considerada por los sabios, como la ciencia suprema de la unión con Dios. Los maestros antiguos descubrieron la meditación como el método más rápido y efectivo de lograr dicha unión.
La meditación en ese entonces no tenía la característica de liberar del estrés a las personas o de aprender a tomar decisiones. El objetivo de los sabios era lograr comprobar todo lo que se había dicho y escrito acerca de Dios.
Sabían que el mero conocimiento intelectual, el llevar acabo rituales y la creencia ciega no los iba a llevar a ningún lado. Se dieron cuenta de que, a pesar de contar con conocimiento, y mantenerse firmes en sus creencias, aun sentían apego por lo material, seguían experimentando sufrimiento y no les era posible comprobar sus creencias.
A través de la intuición, se percataron que debía de existir un método, un procedimiento por medio del cual se pudieran identificar con aquella parte de Dios que residía en ellos, y que en última instancia esta identificación los lograría liberar de todo apego y sufrimiento.
La Meditación es la Herramienta Para Descubrir a Dios
Según las escrituras, Dios mora en todo el cosmos, no hay partícula en el universo que no esté siendo sostenida por la Inteligencia Creadora. Sin embargo, gracias a la vibración que dota a las partículas con características específicas se crea la ilusión de la materia.
Esta ilusión hace que el hombre se identifique con su cuerpo y con su ego, para dar lugar a los deseos, placeres y apegos. (La ciencia ha llegado a conclusiones muy similares a las de los antiguos sabios, véase Teoría M)
Esas cualidades ocultan de la conciencia del hombre la presencia de Dios en su interior y lo vuelven un esclavo de sus sentidos; lo obligan a percibir la dualidad, la limitación y el sufrimiento.
Los sabios descubrieron que la meditación yóguica tenia la capacidad de liberar al hombre de su identificación con el cuerpo y devolverle la conciencia de su unidad con Dios. Permitiendo conocer la realidad existente más allá de la ilusión vibratoria proyectada por la vibración de la conciencia de Dios.
A través de la meditación, es que los sabios descubrieron las profundas verdades espirituales, que hoy, se ocultan en las escrituras del mundo a través de las alegorías.
Las Verdades Espirituales y la Meditación
Los sabios lograron comprobar las verdades espirituales que les fueron impartidas a través de su propia experiencia; entrenaron discípulos inculcando la práctica de la meditación científica junto con el estudio intelectual de las escrituras; con el objetivo de comprender y volverse uno con el conocimiento. Esta relación es la de Gurú-discípulo que tuvo lugar por vez primera en la India.
Las escrituras son consideradas por los Gurús como meros mapas para llegar al destino de Dios. Ellos, a través de su experiencia saben que, en última instancia la práctica de la meditación, y no el mero estudio intelectual de las escrituras, es la que tiene la llave de la liberación del hombre.
El Potencial de la Meditación es Limitado por la Ignorancia
Si ahora analizamos el concepto moderno de la meditación en occidente, vemos lo ridículo que suena meditar para quitar solamente el estrés. La ignorancia en esta época moderna ha hecho que nuestra comprensión se vuelva muy estrecha y limitada. Es similar a pensar en utilizar un libro para ver su portada únicamente. Es limitar el potencial infinito.
Mucha gente se limita y se torna escéptica al escuchar el nombre de Dios; producto de la ignorancia asumen que otros conceptos con nombres más sofisticados, son más satisfactorios al intelecto.
No nos hemos dado cuenta de que el intelecto es solo una parte del ser humano, compuesto por la memoria. El intelecto nace de la acumulación; aquello que hemos acumulado solo puede ser limitado. Si bien el intelecto es una herramienta que posee el hombre, la identificación plena con este lo vuelve limitado.
Es Preciso Retomar el Objetivo Inicial de Meditar
Hoy somos víctimas de nuestro ego, de nuestros apegos a la materia; podemos vivir con la conciencia puesta en que nos sostenemos solos y que no necesitamos de nada ni de nadie. Sin embargo, la vida, tarde o temprano, de una o de otra forma, nos enseña la realidad; nos recuerda las limitaciones de la materia y nos recuerda lo transitorio de esta vida.
El escéptico sabe poco y se rehúsa a investigar
Paramahansa Yogananda
El escepticismo es una manifestación de la ignorancia, limita nuestro más profundo anhelo y nos esclaviza a un marco de referencia limitado.
Los sabios nos han dado las llaves de la liberación; nos han enseñado el método que puede liberar al hombre de la ilusión; lo único que tenemos que hacer es aplicarlo, comprobarlo; volver de nuestro cuerpo y mente un laboratorio para experimentar.
La meditación y la aplicación de un sistema de comportamiento adecuado, nos permitirá comprobar las verdades expuestas hace miles de años.
Debemos de incorporar a nuestra conciencia el verdadero objetivo de meditar y desarrollar una vida espiritual integral. Ya
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